CrossFit y embarazo son dos conceptos que, aparentemente, no pueden estar asociados, pues el segundo implica un entrenamiento de alta intensidad y en el embarazo hay que cuidar mucho la salud, tanto de la futura mamá como del bebé que viene en camino.

De este modo, la respuesta no es absoluta, hay situaciones en las que sí es posible ver a una embarazada haciendo CrossFit sin que su salud se vaya a ver perjudicada y otras en las que es preferible otro tipo de ejercicio.

¿Son compatibles el CrossFit y el embarazo?

Sí, pero con matices. El CrossFit para embarazadas es recomendable para aquellas chicas que ya estaban habituadas a esta práctica deportiva antes de conocer que estaban esperando la llegada de un bebé.

Este tipo de entrenamiento es muy intenso y si no se está adaptado a él, el resultado puede ser exponerse a un esfuerzo excesivo para el que no se está preparada. El cuerpo tiene memoria, y si una mujer está habituada a altos niveles de trabajo físico, podrá practicar CrossFit durante el embarazo, aunque modulando un poco su actividad.

Cómo practicar CrossFit durante el embarazo

La clave para combinar CrossFit y embarazo consiste en diseñar un plan de entrenamiento acorde al nivel de gestación y la preparación física. Durante los primeros meses de embarazo no son recomendables los grandes esfuerzos porque, aunque no haya cambiado mucho el aspecto físico, esas primeras semanas son vitales para el crecimiento del bebé.

CrossFit y embarazo, segundo trimestre

A partir del segundo trimestre, el riesgo de soportar peso es menor, pero se añade el obstáculo de la barriga, que va creciendo y puede limitar en parte los movimientos. De este modo, cuando toque levantar peso hay que reducir hasta un 50 % lo que se hacía antes de estar embarazada, y controlar muy bien la respiración.

Tercer trimestre de gestación

La recta final del embarazo está marcada por una tripa de mayor volumen, lo que implica más dificultad para hacer determinados movimientos. La idea aquí es realizar ejercicios de anillas o con barra.

Siempre, durante todo el embarazo, hay que tratar de mantener las pulsaciones por debajo de 140, controlar la respiración, no excederse en el peso a cargar y recibir asesoría tanto del médico de cabecera o el ginecólogo y un profesional del CrossFit. En cualquier box de Ciudad Real puedes recibir consejos en materia deportiva.

Beneficios del CrossFit para embarazadas

Este tipo de entrenamiento ofrece numerosos beneficios durante el embarazo, e incluso tras dar a luz, pues el CrossFit después del parto, también adaptado a una nueva situación todavía no de pleno rendimiento físico, ayuda a ganar en seguridad y autoestima.

En la propia gestación permite controlar el aumento de peso, como sucede de igual manera con otros tipos de entrenamientos. Ayuda igualmente a prevenir algunas enfermedades propias del embarazo: diabetes gestacional, disnea y preeclampsia.

Por otra parte, combinar CrossFit y una buena dieta, así como un descanso suficiente, son vitales para el correcto desarrollo del bebé y la salud de la madre. Cuando va llegando el parto, las mujeres que practican este entrenamiento pueden sentirse más aliviadas, pues su cuerpo está habituado a esfuerzos de alta intensidad, lo que se traduce en menos dolores y complicaciones, así como un proceso más corto para dar a luz.

Finalmente, no hay que olvidar la relación entre CrossFit y lactancia, que responde a criterios muy similares a los que se han de mantener durante el embarazo, es decir, solo practicar esta actividad si ya antes se está habituada a la misma.

 

CrossFit y embarazo se pueden combinar, pero adaptando el nivel de intensidad de los ejercicios al periodo de gestación y solo cuando ya se conozca esta actividad previamente, por el recuerdo del organismo al nivel de esfuerzo.

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